El mar del Perú tiene abundantes
recursos hidrobiológicos, en cantidad que supera largamente a los otros mares
del mundo.
La abundancia de peces tiene su origen,
en las siguientes causas:
- La abundancia de fitoplancton y la frialdad de las aguas del mar del Perú. En las aguas de nuestro mar abunda el fitoplancton, debido a su frialdad. Este microorganismo vegetal disminuye en las aguas tropicales o cálidas. Es el primer eslabón en la cadena alimenticia de nuestro mar.
- La amplitud del zócalo continental peruano. El zócalo continental es la parte del fondo marino que se encuentra inmediatamente después de la línea del litoral o playa, hasta 200m de profundidad.
- La convergencia de diferentes corrientes marinas. En nuestro litoral convergen corrientes marinas de diferentes temperaturas y en cada una de ellas hay especies de la fauna marina adaptadas a las condiciones ecológicas.
LAS DOSCIENTAS MILLAS DE MAR TERRITORIAL
“El dominio marítimo del Estado
comprende el mar adyacente a sus costas, así como el lecho y el subsuelo, hasta
la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que
establece la ley”.
1.
Antecedentes de las doscientas millas de mar territorial.
Este precepto constitucional tiene su
antecedente en la Constitución de 1 979 y en el Derecho Supremo N°781 del 1° de
agosto de 1947, expedido durante el gobierno del Dr. José Luis Bustamante y
Rivero, por el que se extendió la soberanía nacional sobre la plataforma
submarina o zócalo continental y soibre el mar adyacente a nuestras costas,
hasta las doscientas milla marinas. Posteriormente se firmó la Declaración de
Santiago, en la que los gobiernos del Perú, Ecuador y Chile ampliaban su
soberanía sobre las doscientas millas.
2. Fundamentos que sustentan las doscientas millas.
El fundamento más importante que se esgrimió
para que el Perú proclamara su soberanía sobre las doscientas millas de mar
territorial fue que los recursos hidrobiológicos existentes en esta área
geográfica sirvieran para ponerlos al servicio de la población peruana,
proscribiendo de este modo el hambre y la subalimentación y se hiciera una
explotación racional, creando riqueza para abolir la pobreza.
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